Eterna Juventud II

Supongo que recordarán algo sobre el primer artículo que trata de la longevidad, titulado “Eterna Juventud”, donde les prometí una segunda parte con datos mucho más curiosos e interesantes sobre las posibilidades de vivir muchos muchos años. Bueno, he aquí la segunda parte, después de un buen tiempo les hago entrega de lo que prometí...-explicaciones aparte-.

La increíble historia de Li Ching-Yuen

Li Ching-Yuen nació en China en el año 1677, en la provincia de Szechuan durante la dinastía Ching. Fue practicante del Tao y de otras disciplinas de meditación y artes marciales, así como un experto herbolario. Después de servir en la milicia como consejero táctico e instructor de artes marciales, se retiró y pasó mucho tiempo en las montañas cercanas al Tibet, donde recolectó hierbas medicinales que según decía ayudaban a mantenerse joven, vigoroso y saludable. (Izq. Foto de Li Ching-Yuen en 1927, cuando contaba con alrededor de 250 años de edad)

En 1927 fue invitado a Wann Hsien por su amigo personal el general Yang Sen, quien estaba muy interesado en la fuerza y juventud que tenía Li, a pesar de su avanzada edad. La foto que se presenta, sería de esa ocasión en la casa de Yang Sen, y es la única foto que pude conseguir. Al año siguiente Li Ching-Yuen habría muerto a la edad de 250 años (hay versiones que dicen que murió más tarde, a los 256 años de edad). De paso cabe mencionar que el general Yang Sen, quien fue discípulo de Li durante los últimos años de vida de éste, falleció a los 98 años de edad, habiéndose destacado por su vigor y potencia a pesar de su edad.

El caso de Li Ching-Yuen habría sido investigado por Yang Sen, quién publicó un reporte en donde decía que efectivamente la historia era cierta. Por otra parte las personas entrevistadas en 1933, que vivían en la provincia donde tuvo su hogar Li, decían que recordaban conocerlo desde que eran niños pequeños y que no había cambiado mucho desde entonces, incluso muchos de ellos aseveraban que él era amigo de sus abuelos cuando éstos aún vivían. También, supuestamente, el New York Times habría publicado esta noticia el 6 de Mayo de 1933 en la página 13 (sería sumamente interesante poder comprobar esto).

Al momento de su muerte, Li aún mantenía todo su vigor, potencia sexual, agilidad y fuerzas propias de la juventud. Durante su vida habría tenido más de veinte esposas (todo un ejemplo a seguir) y una numerosa descendencia, además de un gran cúmulo de conocimiento y sabiduría propio de un anciano de...¡¡más de dos siglos de edad!!.

Un punto interesante a tocar es el de las hierbas que recomendaba y consumía. Li Ching-Yuen usaba gingseng y una poco conocida planta, la Hydrocotyle Asiática Minor. Muchos científicos de la época se burlaron de esto y no le dedicaron atención al tema, pero unos pocos visionarios fueron un poco más allá. Jules Lepine, bioquímico francés, encontró un poderoso alcaloide de efectos rejuvenecedores en las semillas de dicha planta; según entiendo posteriormente se descubrió que tenía un elemento de gran importancia para la dieta humana, el cual no se conocía ni se encuentra en otro lugar, denominado Vitamina X por algunos. Esto sería un nutriente fundamental para lograr tal nivel de longevidad, tal como lo logró Li.

Bueno, muchos más datos es difícil encontrar sin dedicarse realmente, o profesionalmente, a investigar este tipo de casos; se dice que desde su niñez fue aprendiendo sobre hierbas bajo el alero de importantes herbolarios, que tuvo la suerte de ir conociendo a grandes maestros taoístas que le enseñaron los secretos del Tao, que a la edad de 130 años encontró a un anciano en las montañas del Tibet, quien era un maestro de alrededor de 500 años y que le enseñó las técnicas que lo ayudaron a vivir tanto... En fin, muchas cosas se dicen. Lo cierto es que la historia parece ser verdad y estar confirmada oficialmente por distintas fuentes. Los descendientes de Li alcanzaban a ser alrededor de 200 en el año en que él murió, y muchos de sus discípulos lograron vivir más de 100 años. Las plantas que consumía aún son objeto de investigación, y está comprobado el potente efecto rejuvenecedor del poco conocido elemento presente en la hierba mencionada anteriormente.

Eso es todo por ahora, mucho más no se puede lograr fácilmente. Esta información la obtuve de Internet y de un par de libros que cito más abajo. Ojo que este es un caso emblemático, pero no el único. Hay muchos casos de taoístas y budistas que logran vivir sobre 120 años, manteniendo una salud y un vigor propios de un joven atlético. Este tema, creo, que es para seguir conversándolo cuando hayan más datos.

Me imagino que al menos alguien que haya leído esto tendrá algunas dudas. ¿Qué es el Tao y quiénes son los taoístas?... Pronto hablaré un poco del Tao, que sin duda es algo magnífico e interesante. No es un tema en el cual yo me maneje demasiado, sólo he leído algunos libros e implementado pequeños cambios en mi vida, y puedo dar fe de que esos pequeños cambios acarrean grandes resultados. Libros sobre el Tao están al alcance de prácticamente todo el mundo. Bueno, en otra ocasión escribiré sobre el Tao, repito eso sí que no me considero un sabio al respecto ni nada parecido a un “maestro taoísta”, simplemente lo practico a un nivel muy básico aún...pero algún día, quién sabe.

Espero que les haya gustado esta segunda parte, al menos les haya interesado este poco común caso de alguien que vive alrededor de 250 años. Quizás si viviéramos en lugares menos contaminados, donde pudiéramos consumir alimentos nutritivos y naturales (sin contaminantes, pesticidas, químicos dañinos, etc.), donde respiráramos aire puro cargado de energía y dónde lleváramos una vida sin estrés ni malos ratos, quizás así todos pudiéramos vivir una buena cantidad de años más de lo que es considerado normal.

Fuentes: "El Tao de la salud, el sexo y la larga vida", de Daniel Reid.

"El Tao del amor y del sexo", de Jolan Chang.

El nunca bien ponderado, pero usado por todos, Internet.

Un gran saludo para todos, nos estamos viendo pronto.

Un saludo muy especial para ti, te quiero mucho y te echo mucho de menos...pronto nos veremos, amor.

Englishman.