11-10-2006

Bueno, bueno...

Tal parece que me resfrié o algo así. ¿Será porque me esforcé demasiado levantando fierros? Bueno, hay que darle duro, no?. “Si no duele, no sirve” dicen por ahí, aunque ahora me merece serias dudas esa opinión (más que esforzarme, me reventé...ay!)

En fin, como ya habrán visto (al menos eso espero...), publiqué un artículo que trata el tema de la longevidad (“Eterna Juventud”, bajo este post); pronto publicaré una segunda parte, bastante sorprendente, de este interesante tema. ¿Se imaginan viviendo mucho tiempo y disfrutando plenamente de la vida? O sea llegar a viejo con apariencia de joven y poder hacer de todo, saltar, correr, hacer el amor y sentirse como nunca. ¿Sí?, ¿Quién dijo “yo”?. Bueno, cuando toque esos temas creo que, forzosamente, tendré que tratar otros temas afines; quienes hayan leído algunos artículos previos supongo que tendrán una idea de para dónde va la micro...

Aún hay muchos artículos por redactar y muchos temas a tratar, pero el tiempo es el que no nos sobra; de hecho mientras más tratamos de retenerlo, más rápido se nos escapa (o no?).

No quisiera ser majadero, pero les insisto en la recomendación de leer los artículos sobre la Medicina Celular (“Dr. Rath y la Medicina Celular” y “Medicina Celular contra el Cáncer”), pues realmente son de “vital” importancia, y el artículo sobre la Coca-Cola (“The Coca-Cola Company”), que nos muestra las malas artes de esta siniestra compañía. Y sobre todo les pido a los nuevos visitantes que dejen sus comentarios, es la única manera de comunicarme con quienes no tengo el placer de conocer.

Nos vemos pronto, un caluroso abrazo para todos.

Gracias.

Saludos...especialmente para ti (sí, tu...)

Englishman.

10-10-2006

Eterna Juventud


El hombre moderno se ha empeñado en alargar su vida todo lo posible, incluso si esto significa unos cuantos años extra con una pobre calidad de vida, o llenos de enfermedades “de la vejez”. La aspiración a la inmortalidad no es nueva, quizás ha estado con nosotros desde que existe la historia, y desde luego esto se ha visto plasmado en grandes personajes que pasaron parte de sus vidas buscando el elixir de la eterna juventud, así como también en la literatura y el folclore de los pueblos (El retrato de Dorian Gray, escrita por Oscar Wilde, por ejemplo).

¿Podemos ser eternamente jóvenes o al menos vivir muchos años?

Antes de intentar responder a esta pregunta, sería bueno que nos cuestionáramos unas cosas: ¿Vale la pena vivir más con una mala calidad de vida y sin disfrutar plenamente de la vida?. ¿Qué haremos con esos cinco, diez o veinte años más?...¿Para qué queremos vivir más?

Mucho se ha hecho, experimentado, intentado y escrito respecto al tema de la longevidad y de cómo hacernos más longevos. En este artículo presentaré las observaciones y conclusiones a las que llegaron investigadores que estudiaron a grupos poblacionales que se destacan por su longevidad (Adventistas de California, Sardos en Italia y Okinawenses), y también los factores que estarían detrás de estos asombrosos resultados.

Esta es la primera parte del tema, pues vendrá una segunda parte en un tiempo más, con datos y postulados mucho más interesantes e impactantes (los cuales aún estoy recabando); tanto así que para la segunda parte sí que vendrá bien el título de “Eterna Juventud”.

Sardos

En Cerdeña (isla al oeste de Italia) existe un sector llamado “La Zona Azul” por los demógrafos, ahí 91 de las 17.865 personas nacidas entre 1880 y 1900 han llegado hasta su centésimo aniversario (tasa más del doble de alta que el promedio en Italia). En Silanus (así se llama la localidad) son principalmente pastores y agricultores, quienes gozan de una vida saludable, con pocas enfermedades y disfrutan del aire montañés (viven en las faldas del Gennargentu, el monte más alto de la isla).

¿Cuál es su secreto para vivir más?

Comparten las responsabilidades con sus esposas y se mantienen siempre activos, incluso los ancianos trabajan pastoreando rebaños y en labores duras del campo. Le dan gran importancia a su familia, desconocen la palabra acilo o “casa de reposo”; así mismo privilegian las buenas relaciones sociales a toda edad. Giovanni Sannai, de 103 años de edad, suele cenar regularmente con su vasta familia; mientras la hija de Tonino (75) dice “Nunca pondría a mi padre en un hogar para ancianos, eso sería una deshonra para la familia”. En la mesa de ambos se pueden encontrar abundantes frutas y verduras del huerto familiar, productos lácteos tales como leche de ovejas (alimentadas naturalmente) o queso peccorino (buen aporte de proteínas y omega-3), también consumen vino tinto elaborado con uvas de la zona (que contienen 2 a 3 veces más de los componentes “buenos” del vino); una excelente dieta...sobre todo por el vino, no?.

Okinawenses

Okinawa (isla al suroeste de Japón) es conocida por su alta expectativa de vida y por la poca incidencia de enfermedades en su población; los ancianos de esta isla suelen disfrutar de muchos años de vida saludable y de una rica vida social.

¿Cuál es tu Ikigai?

El Ikigai , cuya traducción aproximada sería “aquello que hace que valga la pena vivir la vida”, es sin duda alguna lo que mantiene motivados a muchos ancianos de Okinawa. Según Craig Wilcox, del Estudio de Centenarios de Okinawa, el fuerte sentido de motivación podría actuar como amortiguador frente al estrés y a las enfermedades, como la hipertensión. (Foto:Seiryu Toguchi, de 104 años disfruta de unos minutos al sol.)

Los okinawenses llevan una dieta magra a base de verduras (costumbre que, en parte, proviene de las penurias y hambruna que pasaron durante la Segunda Guerra Mundial); la cual complementan con tofu, miso y pescado o carne magra. Además siembran buena parte de lo que comen, en los huertos de los centenarios se observan hierbas, especias, frutas y vegetales que “tienen componentes que podrían bloquear el cáncer antes de que se inicie”, según Greg Plotnikoff, investigador dedicado a la medicina tradicional. También gozan de ricas relaciones sociales, muchos pertenecen a los moai: grupos de amigos, vecinos o familiares en los cuales se ayudan mutuamente, ya sea social, emocional o económicamente; en Okinawa los ancianos son respetados, e incluso algunos son líderes espirituales, esto les proporciona un fuerte sentido de pertenencia y una buena motivación para vivir. (Foto: Yasu Itoman (100) cultiva zanahorias, si no está viendo las luchas de sumo por televisión. )

Ushi, de 103 años, se levanta al amanecer y toma un pequeño desayuno compuesto por leche, plátanos y tomates. Hasta hace poco sembraba la mayor parte de sus alimentos, pero dejó de hacerlo cuando se puso a trabajar. Reza a sus antepasados por la mañana, toma té con sus amigas, come con la familia, duerme una siesta por la tarde, dedica una hora social al atardecer con sus amigos y, antes de dormir, toma sake (especie de cerveza a base de arroz) con una infusión de artemisa para dormir. Cuando le preguntan por su Ikigai, responde “Mi Ikigai está justamente aquí”, mientras indica a sus amigas, “Si ellas mueren, me preguntaré porqué sigo aún con vida”.

(Foto: El Ikigai de Fumiyasu Yamakawa (84) es el ejercicio diario, que incluye yoga y el entrenamiento para un decatlón.)

Adventistas

En Loma Linda, California, se encuentra un grupo de Adventistas del Séptimo Día que se han destacado especialmente por su longevidad, razón por la cual están siendo investigados. Las conclusiones son contundentes: el adventista vegetariano promedio vive entre 4 y 10 años más que el californiano promedio.
(Foto: El Dr. Ellsworth Wareham, quien a los 91 años aún participa en cirugías.)

¿La fórmula?

Marge Jetton, de 101 años y plenamente activa, dice: “No he comido carne en 50 años y no como nunca entre comidas”, mientras golpea sus perfectos dientes indicando que son todos de ella.

Puede que Dios tenga o no tenga que ver con la vitalidad y longevidad de Marge, pero su religión seguro que sí. Los Adventistas profesan una fuerte fe y llevan hábitos de vida muy saludables, su religión prohíbe fumar, consumir alcohol y en general la ingesta de alimentos dañinos (bueno, una cerveza de vez en cuando no nos va matar...). Su dieta está básicamente constituida por granos, frutas, nueces y vegetales; un estudio hecho entre 1976 y 1988 encontró que el hábito de comer habichuelas, leche de soya, tomates y otros frutos disminuía el riesgo de ciertos cánceres, y que el consumo regular de nueces reducía de manera sorprendente el riesgo de enfermedades al corazón. También los fuertes lazos familiares y sociales están presentes en este grupo de personas, lo cual indica que favorecen la longevidad.

(Foto: Lidia Newton, con sus 112 años se encuentra entre las 20 personas más longevas del mundo.)


Todos los grupos investigados no fuman, dan prioridad a la familia, se mantienen socialmente activos y vinculados, comen frutas, vegetales y granos enteros; estos factores sin duda que contribuyen a una buena salud y a una larga vida. Los “súper centenarios” están redefiniendo cuánto y qué tan bien podemos vivir.

Pronto publicaré la segunda parte de este tema, la cual de seguro los dejará impactados. Por ahora les adelantaré un poco: existen casos documentados de personas que vivieron mucho más de 100 años (digamos, cerca de 200 o más), con una salud, apariencia y vigor que muchos jóvenes de hoy envidiarían (manteniéndose plenamente activos en todos los aspectos...todos).

Espero que les interese el tema... Bueno, al menos habrán aprendido algo nuevo, como lo que es el Ikigai o dónde queda el monte Gennargentu, jajaja.

Que tengan todos uds. una larga vida, y que la disfruten intensamente.

Fuente principal: Revista National Geographic, Noviembre de 2005

Saludos,

Englishman