13-05-2008

Aclaración

Estimados lectores:

Lamento la inapropiada agresividad y virulencia del artículo original sobre "Bodies, the exhibition". Fue un total desacierto de mi parte, el cual trato de enmendar.

Esclarezco que jamás pensé que este artículo, en un humilde blog, iba a calar tan hondo y a llegar tan lejos (sí, a pesar de la "publicidad" que le di). Lamento mucho que esto pueda haber inoportunado a alumnos de la Universidad de Chile y al equipo de monitores de "Bodies, the exhibition", o que se puedan haber sentido ofendidos con el contenido del mismo.

Por utlimo quiero aclarar que considero que la Universidad de Chile es una excelente casa de estudios, quizás la mejor del país, y que tengo un profundo respeto por todo su cuerpo docente y sus funcionarios. No fue en ningún momento mi intención desprestigiar ni al cuerpo docente, ni a la institución.

Acorde con lo hasta ahora dicho, el artículo en cuestión ha sido modificado de la siguiente manera:

-He modificado el título, omitiendo la parte de éste que era sensacionalista y agresiva.

-He retirado la mayor parte de las excesivas alusiones a la institución Universidad de Chile.

-He retirado los adjetivos que impliquen algún grado de descalificación hacia los alumnos monitores de "Bodies, the exhibition".

-He procurado eliminar las líneas muy vehementes o "pesadas" (coloquialmente dicho).

-He procurado, eso sí, que no se pierda el sentido del artículo, el cual era una crítica hacia lo poco que sabían los monitores de "Bodies, the exhibition" en comparación con lo que se publicitaba y esperaba de ellos.

Ruego que se me excuse, si no, de todas formas lo comprenderé.

Mis más sinceros respetos hacia todos,

Englishman.

05-05-2008

“Bodies, the exhibition” en Chile (Crítica a los monitores)

Desde el 13 de marzo de este año (2008), y hasta fines de mayo, se está exponiendo en espacio Kennedy “Bodies, the exhibition” al público, una muestra de órganos y cuerpos preservados de una innovadora manera, de tal forma que se preservan en excelentes condiciones sin necesidad de estar inmersos en formalina u otra sustancia: lo ideal para observar cómo es el cuerpo humano y “estudiar” algo de anatomía básica. Esta muestra cuenta con la guía de estudiantes de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, quienes fueron especialmente preparados para estos fines. Por cierto, es gracias a las gestiones de la Universidad de Chile que se hizo posible que esta famosa exposición llegara al país. (Foto: Cuerpo en exhibición en “Bodies, the exhibition”).

Tal como aparece en la web de la Subdirección de Comunicaciones y Marketing de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile: “Debido a este aporte de la Casa de Bello, la exhibición contará con más de 60 monitores que guiarán los recorridos, los cuales son estudiantes del Programa de Ayudantes Alumnos del plantel, quienes fueron especialmente capacitados por el doctor Julio Cárdenas, académico del Programa de Anatomía y Biología del Desarrollo, en aspectos históricos, anatómicos, médico legales y técnicos de donación y preservación de cuerpos y piezas anatómicas, e incluso información acerca de algunos mitos sobre los cadáveres y la muerte, con el fin de aclarar dudas tanto a público en general como a personas que posean conocimientos más avanzados”, según informó Ana María Amaro, directora de Extensión del Instituto de Ciencias Biomédicas de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile.

Es así que el viernes 18 de abril tuve la suerte de poder asistir a tan magno evento, y estuve con mi polola recorriendo las distintas salas de “Bodies, the exhibition” durante la mañana. Respecto a lo expresado en el párrafo anterior, debo decir que esos alumnos de medicina no estaban capacitados para aclarar dudas a personas que posean conocimientos avanzados, y ni siquiera para aclararle dudas al público en general. Por ejemplo, uno de ellos terminó más bien confundiendo a unos alumnos de media al explicarles el funcionamiento del aparato cardiovascular, a la vez que cometió algunos errores frente a preguntas de los estudiantes.

A continuación explicaré algunos de los errores o chivas que dijeron los monitores-guías cuando les hicimos algunas preguntas, obviando claro que mi polola y yo estudiamos carreras del área de la salud y algo sabemos de anatomía, fisiología y patología. También haré una suerte de pequeña “clase” para aclarar dudas. Ojalá los monitores leyeran esto para que corrijan sus errores, acá vamos:

¿Cuáles son los nombres de las válvulas del corazón?

Ehhh…Bueno, la verdad nosotros las llamamos atrioventriculares y semilunares, no usamos nombre propios, es anticuado. Pero la izquierda se llama tricúspide (error) y la derecha se llama mitral (error).

¿Por qué ese cuerpo de ahí tiene el corazón tan grande?, ¿Eso es por alguna enfermedad?

No, eso es algo genético (esa causa es la de menor relevancia), se nace con eso y el corazón nunca deja de crecer. No, una enfermedad jamás va a provocarte eso, no es algo contagioso pos’ (mirando despectivamente con cara de "¿eres tonto?").


¿Qué es esa como “pelota” que tiene abajo y al lado de la mandíbula por ambos lados?

Esos son ganglios linfáticos (error).

Esas fueron las preguntas (en negrita) que, inocentemente, formulamos junto a mi polola, y las respuestas que recibimos de los monitores de "Bodies, the exhibition" (añadí comentarios en cursiva).

Ahora viene la siguiente parte, para corregir a los monitores y enseñar a cualquiera que desee leerlo.



Glándula Submandibular

En la foto se pueden apreciar las glándulas submandibulares, bajo el hueso de la mandíbula por ambos lados de ésta. Estos serían los supuestos “ganglios linfáticos” aumentados de volumen (algo virtualmente imposible), según uno de los monitores de "Bodies, the exhibition". Las glándulas salivales submandibulares producen secreción salival, junto a las glándulas sublinguales y a las parótidas. (Foto: Modelo presente en la exposición “Bodies, the exhibition”, en el cual sea aprecian claramente las glándulas submandibulares).









Esto realmente es anatomía básica, cualquiera que tenga vagos recuerdos de anatomía humana comprenderá que esas “pelotas” de igual tamaño y en simétrica posición son las glándulas submandibulares, y no otra cosa. Esto queda claro al examinar las ilustraciones a la derecha, que fueron tomadas de un conocido atlas de anatomía humana. (Ilustraciones: Glándula submandibular y su ubicación anatómica. Tomado de “Atlas de Anatomía Humana”, Fank N. Netter).



Corazón


El corazón tiene como función bombear sangre y está formado por cuatro cámaras, dos cámaras superiores y no muy voluminosas (aurículas), y dos cámaras inferiores más voluminosas (ventrículos), todas ellas formadas principalmente por músculo, para poder contraerse y funcionar como bomba. Para fines funcionales y didácticos podemos dividir al corazón en lado derecho y lado izquierdo. El lado derecho recibe la sangre que viene “de vuelta” sin oxígeno desde las venas, la cual llega a la aurícula y pasa posteriormente al ventrículo derecho para ser expulsada hacia los pulmones y oxigenarse. El lado izquierdo recibe la sangre oxigenada proveniente de los pulmones, esta sangre llega a la aurícula izquierda y posteriormente al ventrículo del mismo lado, desde el cual es expulsada hacia la arteria aorta (principal arteria del organismo) y desde ahí fluye hacia todo el cuerpo a través de arterias cada vez menores. (Ilustración: Corazón normal, vista frontal. Se pueden apreciar todas las estructuras mencionadas, además de arterias y venas).

Para bombear la sangre de forma efectiva, el corazón no puede contraerse completo al unísono, sino que las aurículas se contraen primero y envían sangre a los ventrículos (mientras los ventrículos están relajados), y posteriormente se contraen los ventrículos para enviar sangre a los pulmones (ventrículo derecho) y hacia todo el cuerpo (ventrículo izquierdo). De forma lógica nos damos cuenta que, si deseamos que la sangre no retorne desde los ventrículos a las aurículas, o desde los vasos hacia las cavidades cardíacas, necesitaremos de válvulas que impidan que la sangre vuelva hacia el espacio en que se encontraba antes (es decir, por ejemplo, que vuelva del ventrículo izquierdo a la aurícula del mismo lado). Para esto el corazón dispone de válvulas entre los ventrículos y las aurículas (válvulas aurículo ventriculares), y de válvulas que impiden que la sangre se devuelva desde los vasos sanguíneos que salen del corazón (válvula aórtica y válvula pulmonar).




La válvula aurículo ventricular izquierda se llama Válvula Mitral, y la derecha se llama Válvula Tricúspide (el guía aseveró que era a la inversa). Estas válvulas impiden que, al contraerse los ventrículos, se devuelva la sangre hacia las aurículas. Pueden comprobar los nombres examinando la imagen a su derecha, que muestra un corazón abierto visto de frente (es decir que la izquierda del corazón corresponde a lo que tu vez a tu derecha), y que está debidamente rotulada. (Ilustración: Corazón normal con un corte coronal, se pueden observar las estructuras internas. Fíjese en las válvulas y sus nombres correctos. Tomado de “Atlas de Anatomía Humana”, Fank N. Netter).

Por cierto que, en cualquier libro de fisiología, anatomía, medicina interna o fisiopatología, encontraremos los nombres de las válvulas (no los genéricos “válvulas aurículo ventriculares y semilunares”), y nos familiarizaremos con términos como estenosis (válvula no se abre bien) e insuficiencia (válvula no se cierra bien) mitral o aórtica (las más comunes).


Hipertrofia cardíaca: un gran corazón

El corazón puede hipertrofiarse (aumentar de tamaño) por diversas causas, por lo general esto corresponde a una adaptación cardiaca patológica. (Foto: Corazón dilatado).

Existen dos tipos de hipertrofias, la concéntrica en la cual el corazón aumenta su musculatura “hacia adentro” y así disminuye el volumen ventricular, y la hipertrofia excéntrica en la cual el corazón “se dilata” y aumenta el volumen ventricular. Esto ocurre porque el corazón tiene que vencer una gran presión para expulsar la sangre de los ventrículos (hipertrofia concéntrica), o porque el corazón tiene que adaptarse para contener un volumen de sangre exageradamente elevado (hipertrofia excéntrica). Ejemplos fáciles de comprender, y típicos además, pueden ser la estenosis aórtica (válvula que está entre el ventrículo izquierdo y la aorta no se logra abrir bien), que provoca hipertrofia concéntrica del ventrículo izquierdo por el gran esfuerzo que éste debe hacer para expulsar la sangre (mientras esté en un estado compensado); e insuficiencia aórtica (válvula no cierra), que provoca hipertrofia excéntrica del ventrículo izquierdo debido al gran volumen de sangre que se devuelve desde la aorta hasta el corazón.

Esta es una explicación bastante simplista del tema, pero sirve para entender de qué se trata esto. Son diversas las patologías que pueden causar un aumento de la presión que deba vencer el corazón (partiendo por la hipertensión arterial), y también lo son las que pueden causar una sobrecarga de volumen sanguíneo.

Existe una enfermedad, transmitida por la vinchuca (triatoma) y causada por un microorganismo llamado Tripanosoma cruzi, que daña el corazón y causa su dilatación. Esta es la enfermedad de Chagas y es común en Chile, sobre todo en la zona norte. Esto lo tiene que saber todo estudiante de medicina; sí, existe una enfermedad que causa cardiomegalia (corazón grande) y que se puede contagiar (mediante la picadura de la vinchuca, transfusión de sangre infectada, canal del parto, etc.), se llama Enfermedad de Chagas. En todo caso, como mencioné anteriormente, son variadas las enfermedades que pueden provocar esto como una consecuencia de la patología.

Cabe mencionar, finalmente, que existe una “hipertrofia fisiológica” del corazón (no es “mala”), que corresponde a la hipertrofia “del deportista”. Esto se puede observar en corazones de atletas bien entrenados o de levantadores de pesas, y responde al aumento de presión (de más del doble de lo normal, durante algunos segundos) que puede suceder en actividades que requieren esfuerzos titánicos (como lo puede ser el hacer una sentadilla con mucho peso). La hipertrofia del deportista corresponde a una hipertrofia concéntrica, y no se observará un corazón muy dilatado, tal como se observaba en el cuerpo de la exposición “Bodies, the exhibition”.

Aclaro que los defectos cardíacos congénitos en los nacidos vivos corresponden tan sólo al 1% del total de nacimientos, y de ellos sólo una fracción provoca cardiomegalia. Por lo cual un adulto que posea un “gran corazón” (y no me refiero a que sea un buen cristiano) NO será debido a un defecto genético, como nos dijo despectivamente el monitor en “Bodies, the exhibition”.

Bien, con esto termino mi exposición aclaratoria para aquellos alumnos de medicina que cometieron ciertos errores, y para todo aquel que se interese en leer esto.

Aclaro que NO es mi intención desprestigiar a la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile, de hecho creo que el gran prestigio que poseen está muy bien ganado. No obstante, considero que si recalcan que sus alumnos estarán guiando la exposición “Bodies, the exhibition” para “devolverle la mano a la comunidad y educar a la gente”, y que han sido especialmente capacitados para este fin (en arduas jornadas en que los alumnos repasaron lo visto en años previos y fueron instruidos en enfermedades y otros temas), debiera esto ser coherente con lo que se observa en la exposición “Bodies, the exhibition”. Realmente los monitores no cumplieron con mis espectativas. Quizás es que, como muchas cosas en Chile, la teoría no se coincide con la práctica.

Finalmente doy un consejo a esos monitores que estaban de guías en “Bodies, the exhibition”:

Si no saben algo, no lo inventen. Es muy feo tratar de hacer huevona a la gente que no sabe lo que uno y andar “sacándose el pillo” (aunque, lamentablemente, parece ser costumbre criolla).

No me parece bien que la prestigiosa Facultad de Medicina de la Universidad de Chile ponga de guías a alumnos que no están bien preparados en la materia.


Claramente esos alumnos no habían sido tan bien preparados como se publicitaba.

Referencias:

http://www.med.uchile.cl/noticias/2008/marzo/bodies.html
http://www.med.uchile.cl/noticias/2008/enero/bodies.html
http://www.uchile.cl/uchile.portal?_nfpb=true&_pageLabel=not&url=44803

Saludos,

Englishman.

02-05-2008

Paloma Salvada

El entretecho de mi departamento interior (esta vez no es un eufemismo) solía estar abierto hacia el exterior, por lo cual solía tener visitas aladas a ciertas horas del día. Nada tengo en contra de las palomas, pero era algo molesto sentir tantos ruidos los fines de semanas tan temprano, y también es desagradable cuando deciden soltar su carga en el patio de la casa de la señora Jaco (aún no sé su nombre, ¿será Jacobina?).

Decidieron cerrar el entretecho de mi departamento, sólo que el brillante maestro olvidó sacar la última paloma; hoy mis sospechas se dilucidaron definitivamente al oír fuertes ruidos que no dejaron lugar a dudas: había una paloma ahí arriba, encerrada.

No han sido días fáciles, quizás es difícil de explicar. A veces me siento como Lester Burnham (American Beauty). Últimamente me siento cansado, duermo poco, me pesan los ojos, no he tenido tiempo para ir al gym y mis músculos duelen y se sienten contracturados (quizás por el buceo y el Nei Kung), mi ánimo no es el mejor; aún así supongo que para la paloma no ha sido mucho mejor, estuvo encerrada desde el sábado hasta hoy (miércoles).

Al confirmar mis sospechas sobre la prisionera del entretecho, no pude ser indiferente, y hasta me subió el ánimo sentir que podía ayudar a “alguien”. Decidí que tenía que sacarla de ahí (bueno, el pretexto siempre fue el hedor que surgiría de un cadáver ahí adentro).

A fin de cuentas terminé arriba del techo de la casa de la señora Jaco, con mis 80 kilos sobre las planchas de zinc y con una escalera para poner entre el techo sobre el cual pisaba y el techo de mi departamento. Logré posicionar la escalera, algo inseguro con casi el doble del peso del “maestro” original, y me encaramé hasta alcanzar el techo de mi departamento. Rompí de un martillazo una de las planchas que cerraba la abertura del entretecho hacia el exterior, y la vi: una paloma oscura con motas blancas en pecho y cuello, estaba algo asustada por tanto alboroto (y probablemente por los cinco días de encierro). Bajé de la escalera y me acuclillé sobre el techo bajo mis pies, ella se acercó, se asomó por la improvisada abertura, miró hacia ambos lados, extendió sus alas y voló.

Me sentí bien, logré clavar otra plancha antes de bajar de lo que fue mi primera vez en el techo de una casa y, una vez en suelo firme y resistente, pensé que hoy había sido útil de verdad; no importa nada de lo demás, para esa paloma la vida continuó y pudo emprender su vuelo una vez más.

Quizás en otras circunstancias esa paloma podrías ser tú, o podría ser yo; no está demás ayudar.


Saludos,


Englishman